Madre habría maquillado las heridas de su bebé de 11 meses al llevarla muerta al hospital

Una mujer de Washington, D.C., se declaró culpable el miércoles de homicidio voluntario por la muerte de su hija de 11 meses, a la cual llevó envuelta en una cobija rosa al hospital sin vida, con maquillaje cubriendo diversas heridas.

Tyra Monae Anderson, que pronto cumplirá 29 años, llevó a su hija herida de muerte al Centro Médico Nacional Infantil el 6 de febrero de 2020, donde se declaró fallecida a la menor, la cual murió por un traumatismo contundente en la cabeza, agregaron los fiscales federales, citando informes médicos y una autopsia.

Una autopsia reveló que aparentemente se había aplicado “maquillaje o algún tipo de cosmético” al cuerpo de Mackenzie Anderson para cubrir “múltiples contusiones en la cabeza y la cara”, agregó el Departamento de Justicia.

“Después de una orden de allanamiento, se recuperaron cosméticos de la habitación del hotel. La autopsia determinó que la niña sufría de múltiples contusiones en la cara y la cabeza, fracturas de cráneo y otras lesiones”.

Pero en su interrogatorio con la policía, la joven madre dio otra explicación sobre los cosméticos.

“No uso maquillaje”, dijo el acusado, según una declaración jurada de la policía de casi 40 páginas. “[Es] maquillaje en la habitación porque los niños juegan con el maquillaje”.

Los fiscales ilustraron los hechos de la siguiente manera:

Anderson, que residía en un hotel en la cuadra 1600 de New York Avenue NE, le dijo a la policía que la bebé se cayó de la cama alrededor del 3 de febrero de 2020. Dijo que la niña “no estaba activa y no actuaba como ella misma” al día siguiente, y que el 5 de febrero estaba sin aire. Finalmente, el 6 de febrero, dijo, encontró que la niña no respondía y estaba fría al tacto. La mujer aseguró que no buscó atención médica inmediata porque tenía miedo.

Una larga investigación resultó en el arresto de la madre muchos meses después, el 4 de diciembre de 2020.

La bebé “sufría de múltiples contusiones agudas en la cara y la cabeza, fracturas agudas de cráneo, una laceración en el frenillo superior, una laceración dentro de la oreja izquierda, edema pulmonar y hemorragia en el manguito del nervio óptico bilateral”, reveló la autopsia. Los informes policiales también indicaron que “la difunta tenía muy poco contenido estomacal y tenía heces firmes y oscuras en sus intestinos”.Otros testigos informaron haber visto heridas en el bebé unos días antes de la muerte de la niña. Esas lesiones incluyeron un chichón en la cabeza de la niña “y una costra en una de sus manos.

Finalmente, la policía indicó que creía que la acusada “infligió intencionalmente” las lesiones fatales “y/o no buscó tratamiento médico inmediato”, siendo así la última persona que “causó la muerte del difunto”.

Una sección del informe policial concluyó, quizás con exceso de celo, que Mackenzie estuvo bajo el “cuidado y custodia exclusivos del acusado durante la semana anterior a su muerte”.

De acuerdo con un comunicado de prensa, los fiscales fueron más cautelosos en su evaluación; simplemente racionaron que la acusada era la “madre y cuidadora principal” de la víctima para satisfacer la causalidad legal y asegurar una declaración de culpabilidad, aunque por un cargo menor.

Inicialmente, la policía trató de acusar a la mujer de homicidio grave por crueldad infantil en primer grado; el acuerdo de culpabilidad resultó en un cargo mucho menor de homicidio voluntario.

La sentencia formal está programada para el 31 de marzo de 2022.

Te puede interesar: