Cómo prevenir y actuar ante las caídas en el hielo
La borrasca Filomena se fue, pero a continuación llegó una ola de frío que convierte la nieve en hielo. Los servicios de urgencias están atendiendo innumerables traumatismos por resbalones y las autoridades sanitarias aconsejan no salir de casa salvo en caso de necesidad.
La Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM 112) ha difundido los siguientes consejos básicos para prevenir las caídas en el hielo y sus consecuencias:
Utilizar un calzado con agarre. Evitar las suelas que resbalen. Si tienes crampones, es el momento de usarlos.
Dar pasos cortos al caminar.
Andar con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante.
Optar por pisar zonas con restos de nieve.
Consejos para evitar los resbalones y mantener el equilibrio
Caminar como un pingüino es la recomendación de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef). Estos animales tan acostumbrados a los rigores del hielo andan con los brazos sueltos y extendidos. Además, caminan despacio con pasos cortos y apoyando toda la planta del pie. Es igualmente importante inclinar un poco el tronco hacia delante. El objetivo es doble: además del equilibrio, conviene mantener un centro de gravedad sólido.
Hay que tener en cuenta que el hielo se suele confundir con el agua líquida y muchas veces es invisible. Un buen consejo para prevenir los resbalones es evitar pasar por las zonas sombrías, ya que lo más seguro es que alberguen placas resbaladizas más afianzadas porque el sol no las ha podido calentar.
David Hernández Herrero, médico rehabilitador y miembro de la Junta Directiva de Sermef, apunta un factor relevante motivado por las medidas de protección frente al coronavirus causante de la Covid-19: “Las mascarillas dificultan la visión porque llevan a que se empañen las gafas”. Recomienda -sobre todo a las personas mayores- no salir de casa en las horas de menos sol. “Si alguien tiene que ir a la farmacia, puede hacerlo a la una de la tarde en vez de a las nueve de la mañana”. En las horas centrales del día mejora la visibilidad y el sol calienta más el suelo.
Asimismo, el experto aconseja “no llevar nada en los brazos, que son los que nos permiten guardar el equilibrio”. Junto a llevar un buen calzado, a ser posible de goma y con suela en relieve para un mejor agarre, en los últimos días se ha hecho hincapié en la conveniencia de llevar bastón. Pero Hernández advierte que no sirve cualquier bastón; si lleva punta metálica cumple mejor su función. De hecho, un paraguas de estas características puede servir. En cambio, los bastones con punta de goma pueden resbalar y, por eso, los de marcha nórdica solo son útiles si el taco de goma está en buenas condiciones.
Caer de forma adecuada (si es posible)
Si no es posible detener la caída, al menos se debe intentar caer de la mejor forma posible para evitar lesiones graves. Los médicos rehabilitadores de la Sermef recomiendan, en la medida de lo posible, “evitar caer sobre las rodillas, la columna vertebral o alguna extremidad, y tratar de caer sobre una parte blanda”.
“Si la caída es inevitable, lo importante es pensar en nosotros y no en lo que llevamos en las manos”, resalta el experto de Sermef. No es infrecuente que alguien quiera proteger los víveres que acaba de comprar en el supermercado y eso le cueste una lesión más grave. En la medida de lo posible, se recomienda “caer rodando, como se hace en judo”. Y, puesto que es ‘preferible’ romperse una muñeca que un hombro o la cadera, es aconsejable poner las manos para proteger otras partes del cuerpo.
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— News MiM Fri Dec 16 00:05:27 +0000 2016
Al resbalar con el hielo, es más frecuente caer hacia atrás que hacia delante, que es más seguro. De ahí la recomendación de andar con un poco de inclinación hacia delante, con el fin de evitar caer de espaldas y recibir un golpe en la parte de atrás de la cabeza.
Lesiones más frecuentes y peligrosas
Según advierte el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (Cpfcm), “con las malas pisadas corren más riesgo los miembros inferiores y se pueden provocar: esguinces de ligamentos o luxaciones de las articulaciones en tobillo, rodilla o cadera”, mientras que las caídas “afectan tanto a piernas como a brazos; con ellas llegan las fracturas y se pueden sufrir percances en muñecas, codos u hombros”. Por lo tanto, las lesiones pueden afectar tanto a los huesos y articulaciones (sistema osteo-articular) como a los músculos.
Hernández señala que las lesiones más frecuentes atendidas en los servicios de urgencias son las fracturas de muñeca (en personas de todas las edades) y las de cadera (sobre todo, en personas mayores).
En cuanto a la gravedad, subraya que las fracturas de cadera son mucho más dañinas de lo que se suele pensar, ya que en “gente mayor presentan una mortalidad anual cercana al 40-50%”.
También son muy invalidantes las fracturas de hombro o cuello de húmero y “cuesta mucho recuperarlas en gente de edad avanzada”.
Pero las lesiones más peligrosas son, sin duda, las que se producen en la cabeza. Lostraumatismos craneoencefálicos pueden pasar inadvertidos en un primer momento, empezar a dar la cara al cabo de tres o cuatro días y, finalmente, descubrirse que se trata de una lesión grave, como puede ser un hematoma subdural. Ante la duda, lo mejor es acudir a urgencias y estar atento a señales de alerta como el dolor de cabeza, visión doble, mareos, sensación de aturdimiento...
Qué hacer tras la caída
Después de una caída grave, y ante la sospecha de lesiones de consideración, los pasos que hay que seguir son los siguientes, según la Sermef: “Valorar el estado de consciencia del paciente, comprobar la zona dañada y, si se aprecia afectación, ponerse en contacto cuanto antes con los servicios de emergencia, habiendo previamente inmovilizado la zona afectada”.
A este respecto, Hernández puntualiza que “si hay una rotura, se suele notar”. El médico recalca la importancia de que quienes acudan a socorrer al accidentado se protejan a sí mismos en primer lugar: “No deben salir corriendo a ayudarle porque lo más probable es que se resbalen también y se caigan”. En segundo lugar, si el lesionado no puede moverse porque la lesión se encuentra en sus piernas, es importante protegerle del frío y, a continuación, llamar al 112. Si el problema es en un brazo, se le podrá sentar en un banco.
Tratamiento y recuperación
Las fracturas de huesos se tratan, dependiendo de los casos, con cirugía o mediante inmovilización con una escayola. En este último caso, “hay que esperar en torno a un mes antes de poder movilizar el hueso o la articulación lesionada, mientras que, si el tratamiento ha sido quirúrgico, se puede iniciar al cabo de 10 o 15 días”.
Es conveniente acudir a un centro de rehabilitación, en el que se empezarán a mover primero las articulaciones que se encuentran bien y, en cuanto se pueda, la del hueso que se ha roto. “Si alguien se ha roto la muñeca, tendrá que mover en primer término el hombro y el codo. Hay que mover las articulaciones sanas cuanto antes para evitar problemas de circulación y otras complicaciones”, explica el especialista.
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