Los zapatos de otoño-invierno 2021/2022 que serán tendencia

Repasando las propuestas de pasarelas, es fácil ver cómo los zapatos de otoño-invierno 2021-2022 se han dejado llevar por el mismo espíritu que las tendencias de la temporada: el del ansia de novedad y búsqueda de celebrar el vestirse, de volver a divertirse con la moda y emocionarse con ella. Con lo maximalista, con lo dramático, con lo que no se ve todos los días por la calle y que cuando se avista, atrapa la mirada. De ahí la gran cantidad de brillos que destellan, tanto por los materiales utilizados (lentejuelas mediante) como por el color plateado; las siluetas XL que dan lugar tanto a prendas oversized como a plataformas que se adueñan de cualquier zapato o los salones de punta afilada pensados por y para la fiesta. Pero entre las tendencias de los zapatos de otoño-invierno 2021-2022 también hay espacio para lo utilitario, para que el confort al que nos hemos acostumbrado se haga fuerte y se vuelva a reinventar una vez más. Por eso es posible que todo lo mencionado conviva con botas altas planas, botines de suela track o botas inspiradas en el esquí; una invitación a salir al exterior bien protegido. ¿El término medio que reconcilia ambos conceptos? Los zapatos peluche de todo tipo.

Los zapatos metalizados

Y más concretamente, plateados. Todo aquello que brille tiene espacio en la temporada de otoño-invierno 2021-2022, ya que la profusión de glitter, lentejuelas y tejidos de acabado metalizado es más que evidente. Aunque las prendas podrían ser, de entrada, una primera parada adecuada para experimentar con este tipo de fulgor, lo cierto es que es tan marcado que se ha extendido hasta zapatos en general y botas en particular. La mayoría de ellas tienen tacón de medio a alto y una caña que coquetea con la rodilla, pero a partir de ahí, las restricciones son nulas. ¿La idea? Que consigan llevar el espíritu festivo a cualquier look otoñal, como se ve bien en Dries Van Noten, Jil Sander o Victoria Beckham.

Las plataformas

En ellas también se puede intuir ese afán de celebración que existe en los zapatos plateados: son grandes, son maximalistas y no aptas para personas discretas, incluso cuando adopta tamaños más comedidos como en el caso de las de Loewe o Prada. Ni aun así pasan desapercibidas, ya que el acabado y la silueta del zapato se alinea con lo epatante, como también sucede con los zapatos de pulsera de Versace. El caso más extremo y artístico es el de Schiaparelli, que crea una bota joya con la que ganar muchos, muchísimos centímetros.

Los zapatos peluche

Hay pocas cosas que sinteticen mejor los conceptos de la alegría de vestir y del estar en casa en general y de las zapatillas con las que caminar en ellas en particular. Los zapatos de pelo (sintético) son una de esas rara avis de la temporada que no, no es para todo el mundo, a pesar de que ha ido adoptando diferentes formatos para intentar dar en el centro del gusto de todo el que mire. Las que más se pueden acercar a lo conocido, a las zapatillas caseras, son los zapatos destalonados de Proenza Schouler y las sandalias tanto de Simone Rocha como de Altuzarra, aunque las dos firmas han querido incorporar un plus de sofisticación en ellas. Y aunque de entrada podría pensarse que esa versión sería la más popular, lo cierto es que los zapatos de tacón envueltos en peluche son más numerosos de lo que pudiera parecer, con especial mención a Nina Ricci, Dries Van Noten y Fendi. Por supuesto, no se puede terminar de repasar la tendencia sin hablar tanto de las botas cortas y de inspiración esquí de Chanel ni de las monumentales e ineludibles de Miu Miu, que se erigieron como pieza imprescindible del desfile de otoño-invierno.

Las botas altas

Esta es la nueva muestra de que cuando un clásico es recuperado y alzado al olimpo de la tendencia, casi nada puede salir mal (a nivel estético, claro). Las botas altas han vuelto a copar gran parte de las propuestas invernales variando medidas y colores, pero dejando claro que siempre se mueven alrededor de la rodilla y exploran diferentes escuelas estéticas, como las botas ecuestres de Gucci. Sin embargo, son los modelos lisos y atemporales, de tacón medio o alto y punta ligeramente afilada los que más se han repetido. Sí, esas botas todoterreno que comprar ahora y llevar para siempre, como las de Fendi, Saint Laurent o Chloé.

Los salones de punta afilada

La idea de envejecer bien de las botas también está presente en los zapatos de tacón de punta afilada, pero mezclada con esas ganas de celebración. Porque sí, es muy probable que este sea el calzado omnipresente en las hipotéticas fiestas y eventos (aunque solo sean para una o dos personas). Lo bueno es que por ellos no pasará el tiempo, aun cuando sean plateados, como los de Dries Van Noten, o tengan algún tipo de adorno, como los de Schiaparelli o los de decorada, como los de Valentino o Saint Laurent. Y ojo, porque tampoco hay que desdeñar colores más contundentes, como demuestran los tacones rojos de Versace.

Los zapatos colegiales

Su presencia ha sido un poco más comedida, pero el rastro college que bebe de la estética Trad que ha estado presente durante varias temporadas es innegable. Es posible que estos zapatos colosales se presenten como mocasines, como sucede con Gucci o Loewe (plataforma incluida), pero lo más habitual es que presenten cordones y se acerquen al concepto de unos Oxford. Dior tiene la apuesta más canónica mientras que Prada añade contundencia gracias (de nuevo) a la plataforma y al tacón. El toque joya y afilado está en Simone Rocha y una suela enorme y dentada.

Los botines de suela track

Está presente en los zapatos colegiales de Simone Rocha, y también en prácticamente todas sus botas y botines que, a pesar de estar adornados con delicadeza, parecen hechos por y para caminar en exteriores. Es algo parecido a lo que se intuye con los de inspiración militar de Balmain o a los más minimal de Stella McCartney, así como al resto de los que es posible ver esta temporada: las ganas de salir al exterior obligan a llevar un calzado adecuado. Que la lectura de esta tendencia, además, también vaya por los derroteros de la fuerza y la protección ante un entorno hostil e incierto, es cosa de cada cual.

Los de inspiración esquí

Se relaciona de manera directa con esa búsqueda de aire libre, con el escapismo que ha determinado la temporada y que ha llevado a muchas firmas de lujo a inspirarse en la montaña, recogiendo y adaptando todos los clichés estéticos que se esperan de ella. Miu Miu ha sido la casa que mejor lo ha ejemplificado junto a Chanel, con unos looks puro après-ski en los que destacaban las mencionadas botas de pelo. Brunello Cucinelli prescinde del peluche para centrarse en una silueta de exterior más tradicional, mientras que Chloé y Kenzo juegan con el contraste de materiales y colores para oscilar entre lo artesanal y lo técnico.

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