Las caras de la crisis del calzado en Illueca y Brea
A las 10.00 comienzan a llegar a Illueca compradores foranos a sus almacenes de calzado. El municipio de la Comarca del Aranda, situado a 90 kilómetros de Zaragoza, se mantiene en fines de semana como el pasado como destino de compras de quienes buscan zapatos de calidad a precios más bajos. Muchos se desplazan desde Zaragoza y otras provincias cercanas y recorren los establecimientos de la localidad y su vecina Brea de Aragón, "cuna" del zapato, como reza el monumento que da la bienvenida al visitante. Algunos zaragozanos aprovecharon este último puente por la fiesta de la Cincomarzada.
El castillo palacio del Papa Luna que domina imponente el pueblo empequeñece los polígonos industriales que se ubican cerca de la carretera, cada vez más vacíos. La industria del calzado, que ha sido el motor del municipio y de la comarca, ha ido perdiendo fuerza tras el goteo de cierres de las últimas décadas, que se ha agudizado con la crisis económica. En los últimos meses han cerrado dos fábricas con casi 100 empleos que han desencadenadola mayor movilización social vista en la comarca clamando por defender el sector y el empleo.
Cierres de empresas
Entre los factores que han perjudicado al sector los vecinos destacan la competencia llegada de mercados con costes más bajos, que está provocando el cierre de talleres. "Aquí cerró hace poco una empresa que llevaba 47 años", lamenta un jubilado. El sector arrastra una larga crisis que en este comienzo de año parece haber pisado el acelerador.
Los compradores también muestran su preocupación por la situación tan crítica que vive el sector. "Soy de aquí al lado, de Aranda, pero vivo en Lérida. Siempre que vengo paro a comprar porque la calidad es muy buena y me duran años", afirma María Teresa Barao a la salida de una de las tiendas situadas a la entrada de Illueca. Recuerda los años dorados del calzado, cuando daba empleo a toda la comarca. "Cuando era niña venía a mi pueblo el autobús de la línea de Illueca con gente de trabajar. Daba vida al pueblo", explica.Ahora su municipio es uno de los más despoblados del entorno. "Da pena", lamenta. "Si esto resurgiera sería una alegría".
El sentimiento entre los vecinos es de pesimismo. "Notamos que todo va cada día peor", asegura Pedro Escolano, a las puertas del establecimiento. Quedan unas ocho fábricas de las más de 50 que llegó a haber solo en Illueca y la evolución en la vecina Brea ha sido similar.
Todo ello aumenta la fuga de jóvenes en busca de empleo a Zaragoza, situada a una hora en coche. "No vamos a quedar más que jubilados todo el día de paseo", lamenta ante el avance de la despoblación. Cree que la solución pasa por la llegada de alguna empresa de otro sector que encontraría mano de obra preparada para la industria. Defiende la capacidad de trabajo de la población de la zona por la tradición zapatera. Es difícil que en una familia alguno de sus miembros no haya pasado por un taller de zapatos. "Están acostumbrados a trabajar 10 horas en una baldosa", cuenta desde su propia experiencia porque estuvo 22 años en el sector, en los ochenta, una de las mejores épocas que recuerda antes del declive.
"Si no hay trabajo no vendo cupones", asegura Vicky Díaz, de 43 años, vendedora de la ONCE. Como muchos de los vecinos de la zona también pasó por el sector del calzado y ha visto cómo "han ido cerrando fábricas y la gente se va fuera". Su marido ha tenido que marcharse atrabajar a otro municipio y no ve oportunidades para los jóvenes si no se traen nuevos proyectos a la comarca. Lo peor es la incertidumbre porque "no sabes qué va a pasar".
Según los últimos datos del Gobierno de Aragón, que trabaja en un plan para el calzado, el sector ha perdido 70 empresas y 1.200 empleos en la comarca en las última dos décadas en las que se lleva hablando de crisis.
La incertidumbre se refleja en el día a día. "Se nota que hay menos gente, menos consumo y que los que hay tienen miedo a gastar", asegura Alfonso del Río, segunda generación junto con su hermano Agustín de una conocida pastelería en el centro de Illueca.
"Se nos está quedando el pueblo viejo", lamenta el pastelero, que reconoce que la crisis actual se está viviendo "con mucha tensión" porque "se vienen arrastrando años en los que a esta comarca no se le hace caso". Hay mucha población de entre 50 y 65 años que no sabe cómo serán sus últimos años de vida laboral. "Me quedan cinco años y no sé si me voy a poder jubilar en la pastelería", confiesa Alfonso, con pena, porque el negocio familiar, la pastelería Granja del Río, lleva abierto desde 1948.
Su hermano Agustín se incorpora a la conversación y hablan de otros atractivos que pueden potenciarse en el pueblo como la hospedería del castillo palacio, que ven desde su puerta y que lleva varios años cerrada, y la práctica del senderismo en las cercanas sierras, en el entorno del río Aranda. Alfonso tiene dos hijos en Zaragoza que estudian y a los que anima a "que se preparen, que es una manera de salir adelante".
En la época dorada del calzado los jóvenes de la comarca apenas terminaban sus estudios obligatoriosy se ponían a trabajar. "Yo salí de la escuela y a los 16 años, como no quería estudiar, me fui 'a los zapatos' porque sabía que era fácil encontrar trabajo", reconoce Gloria Gascón, de 48 años, que acaba de comprar el pan en la pastelería de los hermanos del Río. Trabajó desde entonces y hasta hace poco en el sector del calzado. Ganar un sueldo desde tan jóvenes hacía que "te podías casar pronto y tener hijos pronto", señala de esa época. "He estado muy contenta en el calzado", confiesa. No recuerda el trabajo como algo duro. "Un trabajo de cadena de ocho horas". Tras el cierre del taller en el que estaba hace año y medio ha podido encontrar empleo en una fábrica de pastelería de la zona. "Crisis ha habido siempre en el calzado, pero tanta como ahora, no. La gente no se puede jubilar porque cierran las fábricas y ahora los jóvenes aunque quieran no pueden trabajar".
Esta situación ha llevado a que los vecinos de la comarca hayan empezado un movimiento reivindicativo que tuvo su momento álgido en la manifestación multitudinaria del pasado día 1 en Brea con unas 3.000 personas en la calle pidiendo soluciones. Una cifra histórica teniendo en cuenta que Illueca tiene 2.924 habitantes y Brea unos 1.600. "El objetivo de la plataforma es reactivar el futuro de la comarca, a parte del calzado", explican desde Zumaque, una de las plataformas convocantes, nacida en Brea hace seis meses por la preocupación que se vive en el día a día. "Surgió de manera espontánea alrededor de una mesa ante la situación de la comarca", explica Pedro Villarroya, sobre el origen de la organización. Él es "repoblador". Enfermero con raíces en el pueblo ha regresado de Cataluña hace año y medio con su mujer.
"La gente está crispada. No está acostumbrada a manifestarse", reconocen de este grupo. Una crispación que creció dos días después de la manifestación con las inspecciones de la Agencia Tributaria en tres fábricas dentro de un dispositivo desplegado en ocho comunidades contra "posibles ocultaciones de ventas no declaradas". Se trató de la segunda parte de una operación que en 2014 investigó a empresas del calzado y el textil en España que podrían haber ocultado hasta un 30% de su facturación real gracias a un ‘software de doble uso’. Algunos vecinos se presentaron durante los registros para apoyar a las empresas y el empleo que generan.
Desde la plataforma ciudadana defienden que se cumpla con Hacienda y recuerdan que hasta que se resuelvan las pesquisas opera la presunción de inocencia. Destacan la aportación del sector del calzado a la comunidad. "Hemos dado mucha riqueza a Aragón y queremos seguir dándola. Nos merecemos que se reindustrialice la zona", afirma Elena Floría, una de las portavoces, desde su tienda de ropa infantil Flor de Miel en el municipio. Antes de emprender trabajó en el sector. Explica que la comarca "lleva cuatro siglos dedicándose al calzado, primero con el curtido de pieles". Precisamente el nombre de la plataforma viene de una flor silvestre que se utilizaba para teñirlas.
Entre sus reivindicaciones se une la lucha contra la despoblación. El año pasado solo nacieron tres niños en Brea. Elena confiesa que su negocio se mantiene gracias a que el 90% de las ventas le llegan a través de la redes sociales, y porque vende ropa "que no está en Zaragoza".
En la plataforma hay todo tipo de perfiles, incluidos trabajadores del sector como Magdalena Naval, de 50 años. Después de estar desde los 16 años como "aparadora", un puesto ocupado normalmente por mujeres, encargadas de coser las piezas del zapato, se ha quedado en el paro con uno de los últimos cierres."Yo prácticamente no he parado en todos estos años, salvo el cambio de temporada, pero no más de un mes".
De ser una comarca en la que se creaba empleo se ha pasado a tener que buscarlo fuera.La tasa de paro en Illueca supera el 12%, por encima del 9,9% de media en la comunidad. "Aquí faltaba mano de obra y se iba a pueblos del Moncayo a por trabajadores. Había un tejido industrial para 100 kilómetros a la redonda", apunta José Antonio Gascón, desde la plataforma ciudadana Sos Comarca del Aranda de Illueca, otro de los colectivos que han llamado a la movilización. Él montó un concesionario de automóviles, pero su padre tuvo una fábrica de calzado que llegó a tener 60 trabajadores. La agrupación se creó en la primavera de 2019 "para despertar a nuestros políticos", explica.
Reconoce que "ahora están trabajando", y confía en que pongan toda la "carne en el asador con el plan estratégico" que prepara el departamento de Industria para el sector y la partida presupuestaria para adoptar medidas como abrir nuevos mercados. Pero lamenta que el declive se ha ido produciendo durante dos décadas y no se ha contado con el apoyo de la Administración que han tenido otras zonas con tradición zapatera como La Rioja y Alicante. Pedro Gascón, otro miembro de la plataforma, apunta que "queremos que el plan sea comarcal", que "los políticos vean cómo está la comarca".
De momento, han podido ver y escuchar los gritos de los vecinos en la calle que pedían "trabajar". No buscan subvenciones. "Mi padre con 81 años ha dicho que en su vida había visto una unión en la comarca del Aranda así ante un problema", dice Jose Antonio. Y confiesa, no sin emocionarse, cómo "vi gente llorando en la manifestación". Unas lágrimas que ahora van unidas a un grito de auxilio de toda una comarca.
Zapatillas New Balance: de "no avalarlas nadie" a convertirse en el nuevo calzado favorito de algunas estrellas del deporte
05/02/2022Esta es la transcripción del vídeo.Fabiana Buontempo: ¿Qué tienen en común la estrella del tenis Coco Gauff, el MVP de la NBA Kawhi Leonard, y el futbolista del Liverpool Sadio Mané? Todos ellos usan...